Esta semana labramos con mucho cuidado la ubicación final de las paredes, a modo de visualizar la distribución general y realizar cambios de último momento. Así quedó. La vista es de oeste a este.
Uno de tantos errores es que la casa quedará muy pegada a la cabañita de los señores albañiles...
En el extremo este, hicimos tres calas para determinar a qué profundidad se encuentra el suelo firme.
En esta otra foto (tomada de este a oeste) se aprecian dos de las tres calas que se realizaron.
Una de las calas tiene 2 metros de profundidad y aún no llegamos a terreno firme!!! Asumo que esa zona era parte de la barranca y que fue rellenada con la tierra que sobró cuando se aplanó el terreno.
Uuuuuf!!! Eso implica que tendré que hacer cimientos ultraprofundos en esa zona....
Afortundamente, solo afecta una pequeña área...
Por otra parte:
la compañía para la que trabajo tiene varias toneladas de material obsoleto que está a punto de enviar a disposición final. Se trata de "óxido de aluminio calcinado". En Wikipedia averigüé que se usa para esmaltes y arcillas.
Presto hice un experimento: mezclé una parte de tierra finamente cernida con una parte de óxido de aluminio y los apliqué con engrudo (harina hervida en agua).
Los resultados son espectaculares: la apariencia es muy bonita, la mezcla es muy fácil de aplicar y no tira residuos. No tengo idea de la durabilidad de esta mezcla, pero con la prueba que he realizado lo voy a averiguar:
El "close up" muestra la agradable textura. Apliqué esta prueba encima de un repellado burdo hecho de 1 parte de cal por una de tepetate.
Y aquí les dejo la foto de una araña en su telaraña, ocupando uno de los encinos que sembré el año pasado.